¿que queda de nosotros si nos quitamos todas esas creencias?, lo que queda es nosotros mismos, la verdadera imagen que deberíamos ver en el espejo todos los días pero no en el espejo que cuelga por encima de nuestros lavabos si no en el espejo en el que podemos reflejar nuestra alma, si de niño te dijeron que eras un tonto y toda tu vida te la creíste en el espejo todos los días veras un tonto, si alguien te dijo que eras feo o fea quizás nunca podrás ver la belleza que llevas dentro, no les creas, y no te creas a ti mismo, dentro de ti Dios escondidó el secreto de la perfección, la esencia pura de la curiosidad de un creador por crear seres imperfectos, quizás para los ojos del mundo no seas lo mas bello pero para los ojos de Dios siempre lo seras, no te la creas, tu eres mas de eso que te dijeron...
Les posteo este buen cortometraje, que la verdad est de lo mejor del años, en el que otra vez aparese mi paisano Eduardo Verastegui con uno de esos filmes para pensar como lo hizo en la pelicula de Bella, un cortometraje que te deja con la sensación de querer ver mas pero que contiene lo justo y lo necesario para darle agruras al corazón y pensar en lo que realmente importa de la vida, la capacidad de ver lo hermoso de la gente que nos rodea, si todos orientaramos lo malo de nuestras vidas a lo bueno quizás seriamos los mejores actores de nuestro propio circo, que lo disfruten.
Jesús llegó una tarde a las puertas de una ciudad e hizo pasar adelante a sus discípulos para preparar la cena. El, impelido al bien y a la caridad, internóse por las calles hasta la plaza del mercado.
Allí vio en un rincón algunas personas agrupadas que contemplaban un objeto en el suelo, y acercóse para ver qué cosa podía llamarles la atención.
Era un perro muerto, atado al cuello por la cuerda que había servido para arrastrarle por el lodo. Jamás cosa más vil, más repugnante, más impura se había ofrecido a los ojos de los hombres.
Y todos los que estaban en el grupo miraban hacia el suelo con desagrado.
--Esto emponzoña el aire -dijo uno de los presentes.
--Este animal putrefacto estorbará la vía por mucho tiempo -dijo otro.
--Mirad su piel -dijo un tercero--: no hay un solo fragmento que pudiera aprovecharse para cortar unas sandalias.
--Y sus orejas -exclamó un cuarto-son asquerosas y están llenas de sangre.
--Habrá sido ahorcado por ladrón -añadió otro.
Jesús les escuchó, y dirigiendo una mirada de compasión al animal inmundo:
--¡Sus dientes son más blancos y hermosos que las perlas! -dijo.
Entonces el pueblo, admirado, volvióse hacia Él, exclamando:
--¿Quién es éste? ¿Será Jesús de Nazaret? ¡Sólo Él podía encontrar de qué condolerse y hasta algo que alabar en un perro muerto...!
Y todos, avergonzados, siguieron su camino, prosternándose ante el Hijo de Dios.
Leon Tolstoi