Anoche antes de dormir y despues de haber terminado de ver un noticiero, no pude evitar el pensar en lo que ocurre en la franja de Gaza, mucha gente muriendo, mucha gente sin poder dormir a la espera de que un cohete caiga en su casa, muchos niños que ni la deben ni la temen sin brazos, sin piernas, sin ver, o en fosas comunes, mujeres, ancianos, civiles, sufriendo por tonterías de personas que por alguna razón llegan al poder, que triste pense, que pensara Dios, realmente esos eran sus planes, realmente esa era su tierra santa, realmente ese es el pueblo elegido, no me gustaria pensar en que Dios se equivoco, quizas ese designio pesa demaciado, y si en ves de los judios hubieran sido los aztecas, o los incas, o los orientales, o los vikingos, quizas la cosas seria la misma, es que acaso no podemos con lo que Dios nos da? me resulta dificil creer en la guerra porque no estoy en ella, pero no puedo cerrar los ojos por tanto tiempo, me pregunto que podria hacer para evitar que pasara, y con un sentimiento de impotencia, me acerco a la conclución de que nada, pero no a la resignación algo podemos hacer y es tratar de amarnos los unos a los otros, alguna vez lo dijo el mismo Jesus a quien yo mismo he cuestionado, pero solo de esa forma podemos evitar el conflicto y entender el sufrimientos de otros, que Dios nos perdone y que los perdone a ellos porque parese ser que aun no saben lo que hacen.
"HALT!"
Luis Rogelio Nogueras (Poeta cubano)
"Recorro el camino que recorrieron 4000000
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno"
"Para que la muerte si la vida es tan bella"
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